BUENOS AIRES (AP) — Mientras sostiene su bolsa de tela, Bahiano Arévalo espera a que una trabajadora del merendero Los Leoncitos lo atienda. Cuando le llega el turno, el niño argentino de siete años comprueba que ha recibido algo de leche y una torta rellena de dulce.
Al salir se dirige a su madre, Evelin Benítez, que lo espera cerca del comedor popular en el barrio Carmen de Alvear, en el municipio de Tigre y a más de 30 kilómetros de Buenos Aires. “Vengo porque tengo tres chicos y todo ayuda. Así como vengo acá después voy a buscar más allá comida”, dijo Benítez hace unos días a The Associated Press.
La vida de la mujer de 29 años se ha visto influenciada por las organizaciones sociales. Forma parte de la agrupación Barrios de Pie, a donde llegó hace un año procedente del Movimiento Evita, y tres veces a la semana acude a “Los Leoncitos”, que abrió otra de estas agrupaciones. Si la mujer no acudiera a los comedores que estas agrupaciones han abierto masivamente durante la pandemia, ella y sus tres hijos, su pareja y su madre, apenas podrían sobrevivir.
En medio de una economía que intenta recuperarse de la pandemia y una de las tasas de inflación más altas del mundo, millones de argentinos sobreviven por la tarea asistencial del Estado y de organizaciones sociales a las que están afiliados. Éstas les brindan alimentos y, gracias a sus vínculos tejidos con el poder político, aceitan la efectiva llegada a sus manos de subsidios y programas de trabajo que están remunerados con un salario precario.
Esas organizaciones de tendencia izquierdista y peronista ostentan un poder de doble filo, ya que median con las autoridades y contienen las demandas de integrantes que reclaman mayores ingresos evitando un estallido social y al mismo tiempo constituyen una latente amenaza para el presidente Alberto Fernández por su enorme capacidad de movilización en las calles.
KIEV (AP) — Las fuerzas ucranianas enfrascadas en una desgastante batalla por el control del este del país pasaban problemas el jueves para contener a las tropas rusas y ganar tiempo hasta que lleguen los cohetes y sistemas antiaéreos de última tecnología que les prometió Occidente.
Ante la posibilidad de que las armas tarden varias semanas en llegar, Ucrania enfrenta un periodo prolongado de inclementes combates, aseguraron algunos analistas militares.
“Existe un desfase, así que las próximas semanas serán bastante complicadas para nuestros amigos ucranianos”, dijo el teniente general retirado Ben Hodges, quien fue comandante de las tropas estadounidenses en Europa.
Ucrania está determinada a fatigar a las fuerzas rusas, como lo evidencian los combates calle por calle en la ciudad de Sievierodonetsk, en el este del país, aseguró el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov.
“Y esto puede continuar por algún tiempo”, advirtió.
Gran Bretaña prometió el jueves enviar a Ucrania sofisticados sistemas de cohetes de alcance medio, sumándose a Estados Unidos y Alemania en el equipamiento de Ucrania con armas de última tecnología que la nación había estado pidiendo para derribar aeronaves y destruir artillería y líneas de suministro.
Las armas de Occidente han sido fundamentales en el éxito de Ucrania para contener a un ejército ruso más grande y mejor equipado durante el conflicto, que el jueves cumplió 99 días.
KIEV, Ucrania (AP) — Estados Unidos y Alemania se comprometieron el miércoles a enviar a Ucrania algunas de las armas avanzadas que ha pedido para derribar aviones y neutralizar artillería, en un momento en que las fuerzas rusas están más cerca de controlar la crucial ciudad de Sievierodonetsk.
Alemania dijo que le proporcionará a Ucrania misiles antiaéreos y sistemas de radar de vanguardia, mientras que Estados Unidos anunció que enviará cuatro sofisticados sistemas de cohetes de medio alcance y municiones.
Washington intenta ayudar a Kiev a defenderse de los rusos sin desencadenar una guerra más amplia en Europa. El Pentágono dijo haber recibido garantías de que Ucrania no disparará los nuevos cohetes hacia territorio ruso.
El Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”.
Las armas occidentales han sido fundamentales para que Ucrania haya logrado frenar a un ejército mucho mayor y mejor equipado, frustrando sus intentos por tomar la capital y obligando a Moscú a centrarse en la región industrial del Donbás, en el este del país.
Sin embargo, conforme Rusia lanza proyectiles sobre poblaciones en su lento avance en el este, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha pedido reiteradamente más y mejores armas, y ha acusado a Occidente de moverse con demasiada lentitud.
Andriy Yermak, el jefe de la oficina del presidente ucraniano, celebró el envío de las nuevas armas occidentales.
CARACAS (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro declaró el miércoles que su gobierno está dispuesto a cooperar con el próximo mandatario colombiano, el cual será elegido el 19 de junio en una segunda vuelta entre los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.
“La paz y la hermandad es lo que queremos con Colombia”, dijo Maduro en un acto de gobierno televisado. “Gane quien gane la presidencia en Colombia queremos paz y cooperación con Colombia y lo lograremos”.
Petro, un exrebelde que podría llevar por primera vez a la izquierda al poder, y Hernández, un empresario de propuestas populistas que se convirtió en la gran sorpresa electoral en los comicios del domingo, se medirán en el balotaje. Petro obtuvo 40,3% de los votos en la primera ronda frente a 28% para Hernández.
El gobierno de Maduro rompió relaciones con Colombia en 2019 bajo el argumento de que Bogotá impulsa planes para que sea derrocado.
Colombia es uno de los países que reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela después de que él se declarara tal mientras fue líder de la Asamblea Nacional, argumentando que Maduro fue reelecto en 2018 en unos comicios fraudulentos.
Tanto Petro como Hernández comparten la idea de reanudar las relaciones diplomáticas con Venezuela.
SLOVIANSK, Ucrania (AP) — Con un “avance frenético”, las fuerzas rusas han tomado la mitad de la ciudad de Sievierodonetsk, en el este de Ucrania, que es clave para los planes de Moscú de completar rápidamente la captura de la región industrial del Donbás, dijo el martes el alcalde a The Associated Press.
“Básicamente, la ciudad está siendo destruida sin piedad cuadra por cuadra”, denunció el alcalde Oleksandr Striuk. Agregó que los intensos combates callejeros continúan y que los ataques con artillería amenazan la vida de los casi 13.000 civiles que aún se refugian en la ciudad en ruinas donde alguna vez residieron más de 100.000 personas.
Un ataque aéreo ruso sobre Sievierodonetsk alcanzó un tanque de ácido nítrico en una planta de sustancias químicas, provocando una enorme fuga de gases, según Serhiy Haidai, gobernador de la región de Luhansk. Publicó una fotografía de una gran nube que se cernía sobre la ciudad e instó a los residentes a permanecer en el interior y llevar máscaras de gas o protecciones improvisadas.
Haidai dijo más tarde el martes que “la mayor parte de Sievierodonetsk” estaba bajo control ruso, aunque añadió que continuaban los intensos combates y que la ciudad no estaba rodeada.
Por su parte, Striuk dijo que más de 1.500 residentes han muerto por diversas causas desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania a finales de febrero. Las labores de evacuación en Sievierodonetsk se han suspendido debido a los ataques.