La variante delta, la más reciente del coronavirus, está aprovechando las bajas tasas de vacunación y la prisa por aliviar las restricciones de la pandemia, lo que da nueva urgencia a las gestiones para inocular a más personas y ralentizar su rápida propagación.
Las vacunas más usadas en los países occidentales todavía parecen ofrecer una sólida protección contra esta variante sumamente contagiosa, identificada por primera vez en la India y que actualmente se propaga en más de 90 países.
Pero la Organización Mundial de la Salud advirtió esta semana que la combinación de cepas de más fácil propagación, poblaciones insuficientemente inmunizadas y una disminución en el uso de mascarillas y otras medidas de salud pública antes de que el virus esté mejor contenido “demorarán el fin de la pandemia”.
La variante delta está en posición de aprovechar al máximo esas debilidades.
“Cualquier sufrimiento o muerte por el COVID-19 es trágico. Con vacunas disponibles en todo el país, el sufrimiento y las pérdidas que ahora estamos viendo son evitables casi en su totalidad”, dijo el jueves la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, al exhortar a más estadounidenses a vacunarse antes de que la mutación se propague.
BEIJING (AP) — Mientras la Organización Mundial de la Salud prepara la siguiente fase de su investigación sobre los orígenes de la pandemia del coronavirus, un creciente número de científicos alegan que la agencia de Naciones Unidas no está a la altura y no debería ser quien estudie el asunto.
Numerosos expertos, algunos con fuertes vínculos a la OMS, sostienen que las tensiones políticas entre Estados Unidos y China imposibilitan que la pesquisa de la agencia encuentre respuestas creíbles.
Apuntan que se necesita un análisis amplio e independiente parecido al que se hizo tras el desastre nuclear de Chernobyl en 1986.
La primera parte de un estudio conjunto entre la OMS y China sobre cómo se originó el COVID-19 concluyó en marzo que el virus probablemente pasó de animales a humanos y apuntó que una filtración desde un laboratorio era “extremadamente improbable”. La siguiente fase podría tratar de examinar los primeros casos en humanos con más detalle o identificar a los animales responsables, posiblemente murciélagos, quizás a través de una especie intermediaria.
Pero la idea de que la pandemia se originó de algún modo en un laboratorio, y quizás con algún virus diseñado, ha ganado fuerza recientemente. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó una revisión de la inteligencia estadounidense en el plazo de 90 días para evaluar esta posibilidad.
TEL AVIV, Israel (AP) — Israel, un líder mundial en vacunaciones contra el coronavirus, reportó el jueves su tasa más alta de contagios diarios en tres meses, mientras trata de combatir la expansión de la nueva variante delta.
Las autoridades se apresuraban a vacunar a los niños y estudiaban endurecer las restricciones en el principal aeropuerto del país.
El Ministerio de Salud reportó el miércoles 307 casos nuevos, la cifra más alta en casi tres meses, en comparación con los 193 del día anterior. El Ministerio esperaba que las cifras siguieran subiendo, según medios, lo que aumentó el temor a que Israel estuviera cayendo de nuevo en una crisis.
En los últimos meses, el país ha reabierto negocios, escuelas y recintos, además de levantar casi todas las restricciones después de vacunar en torno al 85% de la población adulta. Ahora está considerado por otros países como una especie de sistema de alerta temprana.
El primer ministro, Naftali Bennett, anunció el martes una campaña para vacunar a miles de niños para mediados de mes.
Aunque preocupante, la tendencia por el momento apenas ha subido la cifra de muertos por el virus. El Ministerio registró sólo una en las últimas dos semanas. De los 9,3 millones de habitantes de Israel, 5,1 millones de personas han recibido la dosis doble de inyecciones para vacunarse. Otras 400.000 han recibido al menos una dosis.
COMALAPA, El Salvador (AP) — La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, dijo el miércoles que sostuvo una larga reunión con el presidente, Nayib Bukele, en la que le señaló la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas de El Salvador y establecer un organismo para combatir la corrupción.
“Mi mensaje para el presidente Bukele a nombre del presidente (Joe) Biden y del secretario de Estado (Antony) Blinken fue muy sencillo: Estados Unidos valora esta relación y nosotros necesitamos al socio más fuerte, más limpio y democrático en El Salvador”, dijo Nuland a un grupo de periodistas.
La funcionaria llegó a El Salvador dentro de una gira por Paraguay y Panamá para reunirse con Bukele y otros líderes políticos con el fin de hablar sobre migración, democracia y metas regionales.
Además se reunió con miembros de la sociedad civil y el sector privado para analizar el papel fundamental que tienen estos grupos para generar “un entorno en el que puedan prosperar todos los salvadoreños”.
Nuland dijo que en la reunión con el presidente salvadoreño hablaron de lo que está caminado bien “dentro de nuestra relación”, pero “también hablamos francamente de la necesidad esencial de fortalecer las instituciones democráticas, y la necesidad de preservar, promover y defender todos los principios democráticos que nos hacen quienes somos”.
Agregó que, en la reunión en Casa Presidencial, también se abordó la necesidad de contar con un sistema judicial independiente, un fiscal general y unos jueces que sean elegidos a través de un proceso transparente, y “la necesidad de establecer un ente fiscalizador de la corrupción que sea independiente, que sea sucesor de la CICIES (Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador)”.
ZVIMBA, Zimbabue (AP) — Para Pelagia Bvukura, que vive en una zona rural del centro-norte de Zimbabue, el COVID-19 siempre había sido una “enfermedad de ciudad” que afectaba a la gente en la capital, Harare, o en otras ciudades lejanas.
“Para nosotros no había virus. Sólo oíamos que estaba en Harare o en otros pueblos, o cuando la gente de ciudad moría y los enterrábamos aquí”, dijo hace poco, refiriéndose a la costumbre en Zimbabue de enterrar a los emigrantes que se mudaron a la ciudad en los poblados de los que procedía su familia.
Eso está cambiando ahora. Un nuevo repunte del virus se adentra ahora por las zonas rurales africanas, donde vive la mayoría de la gente del continente, y llega a zonas antes consideradas como refugios seguros ante un virus que golpeó especialmente a las ciudades.
Las instalaciones en el campo están poco preparadas para hacer frente al coronavirus, y los vecinos como Bvukura temen que las próximas tumbas en excavar sean para sus vecinos o para ellos mismos.
Su poblado, Zvimba, a 110 kilómetros (68 millas) de Harare, aún no ha registrado un gran aumento de los contagios, pero está en una provincia que es el epicentro del brote.
“Ahora está a nuestras puertas. Da miedo. No sabemos cómo protegernos. Nunca hemos tenido un problema así antes”, dijo.
Como muchos en la región, ella no llevaba mascarilla ni estaba vacunada todavía.
África ha registrado más de 5,3 millones de casos y sufre su peor ola de infecciones hasta ahora, impulsada por variantes más letales y contagiosas. El continente reportó un aumento del 39% en casos en la semana entre el 14 y el 20 de junio, según la Organización Mundial de la Salud.