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SAN SALVADOR (AP) — Amnistía Internacional denunció el martes una alarmante regresión en el respeto y la protección de los derechos humanos en El Salvador y alertó sobre una gradual sustitución de la violencia de las pandillas por violencia estatal, cuyas víctimas siguen siendo personas de comunidades en condición de pobreza e históricamente acechados por la criminalidad.
“El deterioro en la garantía de los derechos humanos que hemos documentado en El Salvador en los últimos años es sumamente preocupante. La adopción de un enfoque de seguridad altamente represivo y el debilitamiento del Estado de derecho ha llevado al país a una de sus peores crisis desde el fin del conflicto armado interno”, dijo en conferencia de prensa, Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI).
Acompañada de varias representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos de El Salvador, Piquer presentó el informe de Amnistía Internacional, basado en tres misiones de investigación y 83 entrevistas.
El reporte describe la política de seguridad salvadoreña con un enfoque punitivo y un marco legal que pone en riesgo el debido proceso. Critica, además, “el uso sistemático de tortura y otros malos tratos contra personas privadas de libertad en centros penales”.
Amnistía Internacional instó al Estado salvadoreño a derogar el estado de excepción, vigente desde el 22 de marzo de 2022, y las reformas legales que vulneran el debido proceso y anulan garantías judiciales. También recomienda garantizar el retiro de ordenado de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública y fortalecer las capacidades de la Policía Nacional Civil.
Pique recalcó que “es cuasi una solución a corto plazo que no es sostenible en el tiempo y que lo que está haciendo es sustituir una forma de violencia por otra forma de violencia y que las personas afectadas siguen siendo las mismas”.
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DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — La agencia meteorológica de Naciones Unidas afirma que los glaciares se redujeron más que nunca entre 2011 y 2020 y que la capa de hielo de la Antártida perdió un 75% más que los diez años anteriores, según su último reporte sobre las consecuencias del cambio climático para el planeta.
La Organización Meteorológica Mundial presentó el martes más evidencias de lo que los científicos ya saben — que la Tierra se está calentando — pero esta vez revisó la tendencia durante un periodo más largo para su último reporte sobre el Estado Decenal del Clima.
“Cada década desde de la 1990 ha sido más cálida que la anterior y no vemos indicios inmediatos de que esta tendencia vaya a invertirse”, apuntó el secretario general de la agencia, Petteri Taalas. “Estamos perdiendo la carrera para salvar nuestros glaciares y capas de hielo de derretirse”.
El calentamiento de los océanos y el deshielo de las capas de hielo han hecho que el ritmo al que aumenta el nivel del mar casi se haya duplicado en menos de una generación, agregó. Según la OMM, esto es un mal augurio para los países y regiones costeras.
Los expertos están divididos acerca de uno de los parámetros más importantes: el ritmo de calentamiento.
James Hansen, un excientífico de la NASA apodado el “padrino” del calentamiento global por sus tempranas advertencias, indicó que el ritmo ha aumentado. El climatólogo de la Universidad de Pensilvania Michael Mann, por su parte, alegó que se ha incrementado de forma constante desde 1990, pero no se está acelerando.
“Tanto la superficie del planeta como los océanos siguen calentándose a un ritmo constante, no acelerado, lo que ya es bastante malo”, explicó Mann en un correo electrónico advirtiendo que ese calentamiento está alimentando fenómenos meteorológicos extremos cada vez más peligrosos, inundaciones costeras y muchas otras consecuencias “desastrosas”.
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CARACAS (AP) — Las autoridades electorales venezolanas anunciaron el domingo la aprobación de las cinco preguntas de un referendo convocado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro y sus aliados para reclamar soberanía sobre una gran franja de la vecina Guyana, argumentando que el territorio rico en petróleo y minerales fue robado cuando se trazó la frontera hace más de un siglo.
Guyana considera que el referendo es un paso hacia la anexión y que la votación tiene nerviosos a sus habitantes.
En la consulta se preguntaba a los venezolanos si apoyaban el establecimiento de un nuevo estado en el territorio en disputa, conocido como Esequibo, en el cual Venezuela otorgará ciudadanía a los residentes actuales y futuros, rechazando a la jurisdicción del máximo tribunal de Naciones Unidas para resolver el desacuerdo entre los dos países sudamericanos.
No está claro cómo pretenden las autoridades venezolanas concretar la idea de ejercer jurisdicción sobre ese territorio una vez lo declare parte de Venezuela, actualmente conformada por 23 estados y un distrito capital.
Pese a que en los comicios la concurrencia de electores pareció muy escasa, Elvis Amoroso, presidente de la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), indicó que en los comicios se escrutaron 10,554.320 votos, sin contar aquellos que fueron emitidos durante una prórroga de dos horas de la votación.
Fue “una evidente y abrumadora victoria del Sí”, añadió Amoroso, un exlegislador oficialista y cercano colaborador de Maduro. Amoroso no explicó si ese número de votos es reflejo del número de electores o responde a la contabilidad de cinco votos por persona, en correlación con el número de preguntas, que en su totalidad fueron aprobadas con más del 95% de los votos.
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JAN YUNIS, Franja de Gaza (AP) — Israel intensificó el martes sus bombardeos sobre la segunda ciudad más grande de Gaza y sus alrededores, mientras ambulancias y autos particulares trasladaban a toda prisa a los heridos a un hospital en una sangrienta nueva fase de la guerra en el sitiado enclave palestino.
Presionado por Estados Unidos para evitar más muertes masivas, Israel sostiene que está siendo más preciso a medida que amplía su ofensiva hacia el sur de la Franja, tras arrasar gran parte del norte. Los bombardeos aéreos y la ofensiva terrestre han sacado a tres cuartas partes de sus 2,3 millón de habitantes de sus hogares.
En el hospital Nasser de Jan Yunis, las ambulancias llevaron a docenas de heridos durante la noche. En un momento dado llegó un auto del que se salió un hombre cargando con un niño, tenía la camisa ensangrentada y le habían volado una mano.
“Lo que está ocurriendo aquí es inimaginable”, dijo Hamza al-Bursh, quien vive en Maan, uno de los barrios de dentro y fuera de la ciudad que Israel ordenó evacuar. “Atacan de forma indiscriminada”.
Según los residentes, las tropas habían avanzado tras los intensos ataques aéreos sobre Bani Suheila, una localidad justo a las afueras de Jan Yunis. Halima Abdel-Rahman, quien llegó allí al principio de la guerra tras dejar su casa en Beit Lahiya, en el norte, señaló que oyeron explosiones durante toda la noche.
“Están muy cerca”, aseguró. “Es el mismo escenario que vimos en el norte”.
Imágenes satelitales tomadas el domingo mostraron alrededor de 150 tanques israelíes, vehículos blindados para el transporte de tropas y otros autos a menos de 6 kilómetros (3,7 millas) al norte del centro de Jan Yunis. El ejército no respondió a un pedido de comentarios y rara vez publicita sus movimientos de tropas.
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DEIR AL BALAH, Franja de Gaza (AP) — El ejército israelí renovó el lunes sus llamados de evacuaciones masivas en la localidad sureña de Jan Yunis, donde se habían refugiado decenas de miles de palestinos desplazados en las últimas semanas, mientras expandía su ofensiva terrestre y bombardeaba objetivos en toda la Franja de Gaza.
La ofensiva ampliada tras el derrumbe de un cese el fuego que duró una semana pretendía eliminar a Hamás, que gobierna Gaza y cuyo ataque del 7 de octubre a Israel desencadenó la peor violencia en décadas entre israelíes y palestinos. La guerra ya ha matado a miles de palestinos y desplazado a tres cuartas partes de los 2,3 millones de palestinos que viven en el territorio, y que se están quedando sin lugares seguros a los que ir.
Israel, que ya enfrenta una creciente presión de su principal aliado, Estados Unidos, parecía apresurarse para asestar un golpe de muerte a Hamás —si es que eso era posible, dadas las arraigadas raíces del grupo en la sociedad palestina— antes de otro cese el fuego. Pero los costes de los combates, que según autoridades de salud han matado a cientos de civiles desde que terminó la tregua el viernes, incrementaban la presión para que volviera a la mesa de negociaciones.
La campaña también podría dejar inhabitables aún más zonas del aislado enclave.
La ofensiva terrestre ha convertido buena parte del norte, incluida gran parte de Ciudad de Gaza, en un paraje desolado lleno de escombros. Cientos de miles de personas han buscado cobijo en el sur, que podría sufrir el mismo destino, y tanto Israel como la vecina Egipto se han negado a aceptar refugiados.
Los residentes dijeron haber oído ataques aéreos y explosiones en Jan Yunis y sus alrededores durante la noche y el lunes por la mañana, después de que el ejército dejara caer panfletos que advertían a la gente que se trasladara más al sur, hacia la frontera con Egipto. En una publicación en árabe en redes sociales, el ejército volvió a ordenar el lunes que se evacuaran casi dos docenas de vecindarios en Jan Yunis y sus alrededores.