Estados Unidos rebasó el martes los 800.000 fallecimientos por COVID-19, una cantidad que alguna vez fue inimaginable y que es considerada sumamente trágica, debido a que más de 200.000 de esas vidas se perdieron después de que se puso a disposición la vacuna contra la enfermedad a principios del año.
El número de decesos, recopilado por la Universidad Johns Hopkins, equivale a la población de Atlanta y San Luis combinadas, o a la de Minneapolis y Cleveland juntas. Equivale aproximadamente al número de estadounidenses que fallecen cada año por enfermedades cardíacas o episodios cardiovasculares.
Estados Unidos tiene la cifra de muertes más alta del mundo. El país representa aproximadamente al 4% de la población mundial, pero alrededor del 15% de las 5,3 millones de muertes registradas por coronavirus a nivel mundial desde que se originó el brote en China hace dos años.
Se cree que la cifra real de muertes en Estados Unidos y en todo el mundo es significativamente mayor debido a casos que se pasaron por alto o se ocultaron.
Un modelo de previsión de la Universidad de Washington anticipa un total de más de 880.000 muertes en Estados Unidos para el 1 de marzo.
El presidente Joe Biden puso énfasis el martes en lo que describió como un “hito trágico”. Reiteró su llamado a los estadounidenses que no se han vacunado a que lo hagan por ellos y sus hijos, y a los que ya se inocularon a que se pongan el refuerzo.
“Hago un llamado a todos los estadounidenses: Cumplan su deber patriótico de mantener a nuestro país seguro, a que se protejan ustedes y a quienes están a su alrededor, y honren la memoria de todas las personas a las que hemos perdido”, declaró Bidne. “Ahora es el momento”.
WASHINGTON (AP) — La Cámara de Representantes aprobó el martes declarar al otrora jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, en desacato al Congreso después de que dejara de cooperar con la comisión que investiga el asalto al Capitolio, la primera vez que esa instancia legislativa vota a favor de adoptar esa medida contra un exfuncionario desde la década de 1830.
El resultado de 228 votos a favor y 208 en contra, casi en bloque partidista, es la segunda vez que la comisión especial busca castigar a testigos por desafiar una citación. La votación fue la más reciente exhibición de fuerza del panel, que no está dejando ningún aspecto sin explorar —igual que ninguna citación sin abordar— en su pesquisa del peor asalto contra el Capitolio en más de 200 años.
Los legisladores del panel están determinados a conseguir respuestas rápidamente, y al hacerlo reafirman la autoridad de la cámara legislativa que fue erosionada durante el período de Donald Trump como presidente.
“La historia será escrita sobre estos tiempos, sobre la labor que esta comisión ha emprendido”, declaró el presidente del panel, el representante republicano Bennie Thompson, de Missouri. “Y la historia no mirará a ninguno de ustedes como mártires. La historia no los mirará como víctimas”.
La representante demócrata Jamie Raskin, de Maryand, integrante del panel, comenzó el martes un debate sobre la resolución leyendo textos desesperados del día del asalto que revelan que miembros del Congreso, comentaristas de Fox News e incluso un hijo de Trump exhortaron a Meadows a que convenciera al mandatario saliente a que actuara con rapidez para frenar la invasión que simpatizantes del mandatario escenificaron durante tres horas.
Con la votación, el asunto será enviado a la oficina del secretario de Justicia en Washington, donde corresponderá a los fiscales decidir si llevan un caso ante un jurado investigador para la posible presentación de cargos penales.
SACRAMENTO, California, EE.UU. (AP) — California volverá a aplicar una norma que obliga a la población a llevar mascarillas en espacios cerrados, una medida destinada a contener una nueva variante de coronavirus en momentos en que las personas se reúnen con familiares y amigos durante las fiestas.
La administración del gobernador Gavin Newsom anunció que el nuevo mandato comenzará el miércoles y durará hasta el 15 de enero. La orden se produce en momentos en que la tasa de nuevos casos de coronavirus por habitante en California se ha disparado un 47% en las últimas dos semanas.
“Sabemos que la gente está cansada y hambrienta por recuperar la normalidad. Francamente, yo también”, dijo el lunes el secretario de Salud y Servicios Humanos de California, el doctor Mark Ghaly. “No obstante, este es un momento crítico en el que tenemos una herramienta que sabemos que ha funcionado y puede funcionar”.
California levantó el requerimiento estatal de uso de mascarilla el 15 de junio para las personas que estaban vacunadas, una fecha que Newsom anunció como la gran reapertura del estado.
Sin embargo, desde entonces, los gobiernos de los condados, que abarcan alrededor de la mitad de la población del estado, han impuesto sus propios mandatos de mascarilla en interiores a medida que las tasas de casos aumentaban con las nuevas variantes.
- Detalles
- Operador 3
- Noticias E.E.U.U
- 1766
Los tornados invernales, como los que causaron decenas de fallecidos en cinco estados de Estados Unidos la semana pasada, podrían volverse más potentes y tocar tierra por más tiempo, con una franja de destrucción más amplia, en un planeta con temperaturas más elevadas, según un nuevo estudio.
La combinación de trayectorias más largas y amplias con vientos ligeramente más potentes supone que algunos de los inusuales tornados invernales que ahora causan fallecidos serán nueve veces más potentes a finales de siglo si los niveles de dióxido de carbonos siguen aumentando, de acuerdo con un estudio presentado el lunes en la conferencia de la Unión Geofísica Estadounidense.
El informe, que se realizó antes del devastador episodio en Mayfield, Kentucky, analiza la potencia y no la frecuencia de los grandes tornados a medida que avanza el cambio climático. No ha sido revisado por otros expertos, pero se presentó en forma de cartel como avance de la nueva investigación que se publicará más adelante.
“Hay una posibilidad de que en el futuro estos eventos sean más intensos de lo que habrían sido en el clima actual”, apuntó el autor, Jeff Trapp, director de ciencias atmosféricas en la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign. “Teniendo en cuenta que estos eventos de gran intensidad van a seguir siendo poco frecuentes”.
Trapp tomó las condiciones durante dos grandes tornados en 2013 — el de Hattiesburg, Mississippi, que dejó 82 heridos en febrero con vientos de más de 270 km/h (170 mph), y el de Moore, Oklahoma, que causó 24 fallecidos con rachas de hasta 340 km/h (210 mph) en mayo — y los sometió a docenas de simulaciones informáticas del peor escenario del cambio climático en 2100, que otros científicos dicen que es cada vez más improbable.
WASHINGTON (AP) — La Fuerza Aérea de Estados Unidos dio de baja a 27 personas por negarse a recibir la vacuna contra el COVID-19, que se convertirían, según las autoridades, en los primeros en ser cesados por desobedecer el mandato de vacunación.
El cuerpo del Ejército dio a sus miembros hasta el 2 de noviembre para vacunarse, y miles se han negado o han pedido una exención. Estos son los primeros despedidos administrativamente por causas ligadas a la vacuna, explicó el lunes la vocera de la Fuerza Aérea, Ann Stefanek.
Todos estaban en su primer periodo de alistamiento, por lo que eran efectivos más jóvenes de menor rango, agregó la portavoz. Y aunque la Fuerza Aérea no revela el tipo de baja que reciben sus integrantes, la legislación que se está tramitando en el Congreso limita la concesión de un despido honorable o uno ordinario con condiciones honorables a los miembros que se niegan a vacunarse.
A principios de año, el Pentágono exigió la vacuna a todos los miembros del ejército, incluyendo el servicio activo, la Guardia Nacional y los reservistas. Cada uno de los cuerpos establece sus propios procedimientos y plazos para cumplir con el mandato, y el de la Fuerza Aérea era el primero en vencer. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijo que la vacuna es fundamental para mantener la salud de las tropas y su capacidad para responder a una crisis de seguridad nacional.
Ninguno de los 27 afectados solicitó una exención médica, administrativa o religiosa, apuntó Stefanek. Varios oficiales de otros servicios dijeron que creen que por el momento solo la Fuerza Aérea ha llegado tan lejos en el proceso de bajas.