
“Esa nueva consulta lo que quiere es otra vez que el pueblo se pronuncie sobre los derechos laborales de la clase trabajadora y que por fin hayan las bases para que todo colombiano pueda acceder a la salud, a sus medicinas”, indicó a la prensa el ministro del Interior, Armando Benedetti, durante la presentación de la iniciativa.
La nueva solicitud de consulta popular contiene 16 preguntas —cuatro más que la primera solicitud—, luego de que el gobierno incluyera preguntas sobre el sistema de salud, que Petro también ha intentado reformar sin éxito con una ley en el Congreso.
Según el resultado oficial del Senado, 49 senadores votaron el pasado miércoles en contra de la consulta popular y 47 votos a favor. El gobierno la tildó de fraudulenta, asegurando que fueron incluidos votos por el “No” y evitaron la votación de algunos de sus partidarios que apoyaban la iniciativa, lo cual ha sido negado por la mesa directiva del Senado.
“Es el pueblo el que debe dirimir ese conflicto que hay entre el Congreso y el Ejecutivo”, aseguró Benedetti.
La consulta popular busca preguntar a los ciudadanos si están o no de acuerdo con modificar la jornada laboral, pagar un recargo del 100% en días de descanso dominical o festivo, otorgar permisos a los trabajadores para atender tratamientos médicos y licencias para periodos menstruales incapacitantes, convenir contratos para los trabajadores de plataformas de repartos y eliminar la intermediación laboral.
También incluye puntos medulares de la reforma a la salud que no se ha aprobado en el Congreso como transformar a las Entidades Promotoras de Salud —actualmente encargadas de la administración de la salud — en gestoras de salud, removiendo su papel como intermediarias con los hospitales, así como implementar un “modelo de atención primaria en salud” preventivo, establecer un régimen laboral especial para los trabajadores de la salud y permitir que el Estado compre o produzca medicamentos.
El Senado deberá volver a someter a votación la propuesta del gobierno y en caso de que su aval sea positivo, el presidente Gustavo Petro podrá convocar a los ciudadanos a las urnas en los tres meses siguientes buscando superar un umbral de más de 13 millones de votos, más de los que tuvo al ser elegido en 2022.
En paralelo, las centrales obreras de Colombia anunciaron una huelga nacional de 48 horas a iniciar el 28 de mayo en apoyo a la consulta popular que impulsa el gobierno.
“Mediante este mecanismo de la huelga, de este paro nacional... vamos a expresar toda la inconformidad creciente contra esa oligarquía en el Senado”, aseguró a la prensa Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores.
Arias señaló que la huelga busca rechazar el hundimiento de la primera iniciativa de la consulta popular en el Senado —el cual debe dar el aval para que los ciudadanos sean convocados a las urnas— y también apoyar la nueva solicitud de consulta popular que radicará el gobierno.
Las centrales obreras convocaron a la huelga luego de sostener una reunión pública en una universidad de Bogotá en la que intervinieron voceros de sindicatos, movimientos sociales y políticos en lo que denominaron una “cumbre social, política y popular”, que buscaba delinear el plan a seguir tras el rechazo de la consulta popular en el Senado.
Petro convocó a los movimientos sociales y sindicatos a reunirse para reaccionar ante la decisión del Senado y ha llamado a realizar “cabildos” en todo el país.
El Congreso ha hundido dos proyectos de ley para reformar el sistema laboral. Sin embargo, uno de ellos revivió la semana pasada por decisión del Senado, luego de que se apelara su archivo. En adelante, la reforma volverá al tercer debate —donde había quedado su trámite— y tendría que ser aprobada antes del 20 de junio, para evitar un nuevo hundimiento.
(AP Foto/Fernando Vergara)
POR ASTRID SUÁREZ