WASHINGTON (AP) — El Talibán ha aceptado permitir un “paso seguro” desde Afganistán para los civiles que intentan sumarse a una evacuación aérea dirigida por Estados Unidos desde la capital Kabul, informó el martes el consejero de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden. Sin embargo, aún falta establecer un cronograma con los nuevos gobernantes del país para completar la retirada de estadounidenses, aliados afganos y otras personas.
Jake Sullivan reconoció los reportes de que algunos civiles encontraron obstáculos — “fueron rechazados, empujados o incluso golpeados” — mientras trataban de acceder al aeropuerto internacional de Kabul. Pero señaló que “un número muy grande” de personas estaba llegando al aeropuerto y el problema del resto se estaba tratando con los talibanes, cuya rápida toma del país el domingo sumió las labores de evacuación de Estados Unidos en caos, confusión y violencia.
Funcionarios del Pentágono dijeron que luego de las interrupciones registradas el lunes, las evacuaciones aéreas se habían reanudado y acelerado, con una constante comunicación con los líderes del Talibán. Se desplegaron tropas adicionales y se espera la llegada de otras para sumar más de 6.000 elementos involucrados en la seguridad del aeropuerto en los próximos días.
La Casa Blanca informó que 13 vuelos realizados el martes trasladaron a 1.100 ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes y sus familias desde el aeropuerto de Kabul, y añadió que se esperaba que el ritmo aumentara el miércoles y durante toda la semana.
BOYNTON BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — Poco después de que un poderoso sismo remeció su pueblo natal en Haití, Osambert Jean empezó a recibir llamadas de decenas de amigos, inmigrantes como él del suroeste de la nación caribeña que se asentaron en este suburbio del sur de Florida entre el océano Atlántico y el gran pantano de los Everglades.
“Cada uno de ellos tiene malas noticias: mi familia está herida o mi casa se ha derrumbado”, dijo Jean, un agente de seguros residente en Boynton Beach cuyo hermano vive en Les Cayes, Haití. “La gente perdió todo, todo”.
El suburbio al sur de West Palm Beach tiene lazos profundos con Les Cayes, una localidad del sureste de Haití que recibió el mayor impacto del terremoto de magnitud 7,2. El sismo causó la muerte de más de 1.900 personas y heridas a casi 10.000.
Muchos pobladores de aquí temen por sus seres queridos. Algunos lloran la muerte de tíos y primos, mientras las autoridades tratan de averiguar las necesidades y exhortan al pueblo costero a participar de la campaña de auxilios.
Durante la década pasada, la población haitiana de Boynton Beach ha crecido lejos de la Pequeña Haití de Miami y establecido una relación con Les Cayes. Ha recibido la visita de sus autoridades, como un exalcalde que murió bajo los escombros de un hotel destruido por el temblor.
“Esto es algo personal. Conocemos a alguna de esta gente. Hemos interactuado con ellos. Para mí, es mi familia”, dijo Christina Romelus, una funcionaria municipal de ascendencia haitiana cuyo esposo perdió a tres familiares en el terremoto. “Una tiene la sensación de que no hay adónde ir ahora. El hogar está destruidi. El hogar ya no existe”.
La ciudad ha instalado un centro de donaciones en el cuartel de bomberos donde la gente deposita artículos médicos, equipo de protección personal y carpas.
Cosy Joseph, residente de Boynton Beach, volará a Les Cayes el jueves para llevar provisiones a una clínica rural supervisada por la Fundación Gaskov Clerge, la ONG regentada por ella. También visitará a su padre de 88 años e inspeccionará si hogar de infancia.
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WASHINGTON (AP) — Expertos federales tienen previsto recomendar refuerzos de la vacuna contra el COVID-19 para todos los estadounidenses, sin importar su edad, ocho meses después de que hayan recibido la segunda dosis, a fin de garantizar una protección más prolongada contra el coronavirus en un momento en que la variante delta se propaga por todo el país.
Las autoridades federales de salud han estado examinando activamente si este otoño se requerirían inyecciones adicionales para los ya vacunados, revisando las cifras de casos en Estados Unidos, y también la situación en otros países como Israel, donde estudios preliminares dejan entrever que la protección de la vacuna para impedir enfermarse gravemente de COVID-19 disminuyó entre los inoculados en enero.
Se prevé que el anuncio oficial sobre la recomendación de un refuerzo en Estados Unidos se lleve a cabo incluso esta semana, de acuerdo con dos personas al tanto del asunto y que hablaron con The Associated Press a condición de guardar el anonimato a fin de poder declarar públicamente sobre las deliberaciones internas.
Las dosis se comenzarían a administrar de manera generalizada una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus iniciales en inglés) apruebe formalmente las vacunas. Se anticipa que la inoculación de Pfizer reciba la autorización en las próximas semanas.
La semana pasada, autoridades federales de salud recomendaron los refuerzos para algunas personas con sistemas inmunológicos debilitados, mencionando que corren mayor riesgo de contagiarse del virus y que hay evidencia de que la efectividad de las vacunas disminuye con el tiempo.
El director de los institutos nacionales de salud, doctor Francis Collins, dijo el domingo que Estados Unidos decidirá en las próximas dos semanas si ofrecerá inyecciones de refuerzo contra el coronavirus a los estadounidenses en este otoño.
WASHINGTON (AP) — Las fuerzas de seguridad afganas, formadas y entrenadas a un costo de 83.000 millones de dólares durante dos décadas, se han derrumbado con tal facilidad y rapidez -en algunos casos sin disparar un solo tiro- que los beneficiarios finales de la inversión estadounidense han resultado ser los talibanes.
No sólo tomaron el poder político, sino también el poder de fuego proporcionado por Estados Unidos: armas, municiones, helicópteros y más.
Los talibanes tomaron diversos equipos militares modernos cuando vencieron a las fuerzas afganas que fracasaron en la defensa de sus distritos.
A esto le siguieron mayores ganancias, incluidos aviones de combate, cuando los talibanes arrasaron las capitales provinciales y las bases militares con una velocidad sorprendente, todo ello coronado con la captura del premio mayor: Kabul, durante el fin de semana.
Un oficial de defensa de Estados Unidos confirmó el lunes que los talibanes han acumulado una cantidad enorme de equipo afgano suministrado por Estados Unidos.
El funcionario no estaba autorizado para discutir el asunto públicamente, por lo que habló bajo condición de anonimato.
Este retroceso es una penosa consecuencia de haber juzgado mal la capacidad de las fuerzas gubernamentales afganas —tanto por el ejército estadounidense como por las agencias de inteligencia_, que en algunos casos optaron por entregar sus vehículos y armas en lugar de luchar.
WASHINGTON (AP) — En tono desafiante, el presidente Joe Biden aseguró el lunes que defiende “por completo” su decisión de retirar a las tropas estadounidenses de Afganistán, y reconoció que el colapso del gobierno afgano ocurrió mucho más rápido de lo previsto.
El mandatario dijo que había tenido ante sí la disyuntiva de apegarse a un acuerdo negociado previamente de retirar a sus tropas este año o enviar a miles de soldados más de regreso a Afganistán para una “tercera década” de guerra.
Biden dijo que no repetirá los errores del pasado y que no se arrepiente de su decisión de continuar con el retiro.
“Defiendo por completo mi decisión”, declaró en un discurso televisado a la nación desde la Sala Este de la Casa Blanca. “Después de 20 años, he aprendido a las malas que nunca hubo un buen momento para el retiro de las fuerzas estadounidenses”.
Muchos no están de acuerdo con la decisión de Biden, enfadados por el caos que el mundo presenció durante el fin de semana cuando los talibanes capturaron Kabul, la capital, y el presidente de Afganistán abandonó el país.
Biden aseguró que prefiere ser criticado por las repercusiones en Afganistán que dejarle a un quinto presidente la decisión de cómo y cuándo retirarse de ahí. Aseguró que es la decisión “correcta para Estados Unidos”, y agregó que mantener la presencia estadounidense en el país asiático ya no representaba un interés de seguridad nacional para Washington.
Biden dijo que las imágenes que están saliendo de Afganistán —especialmente las del aeropuerto de Kabul— son “desgarradoras”. Un video en el que se ve a afganos aferrados a un avión de la Fuerza Aérea estadounidense cuando se preparaba para despegar ha circulado ampliamente en internet.