Ilhan OmarMINNEAPOLIS (AP) — La representante demócrata estadounidense Ilhan Omar, una de los miembros progresistas de la Cámara de Representantes conocida como el “Escuadrón” y una dura crítica de cómo Israel ha llevado a cabo la guerra en Gaza, ganó su carrera primaria en Minnesota.
Omar defendió con éxito su escaño en el Distrito 5 del área de Minneapolis contra un nuevo desafío del ex miembro del Concejo Municipal de Minneapolis, Don Samuels, un liberal más centrista a quien derrotó por poco en las primarias de 2022.
Al hablar con sus partidarios en Minneapolis, Omar se hizo eco de algunos de los temas de la campaña presidencial de Harris-Walz.
“Nosotros hacemos política de la alegría”, dijo. “Porque sabemos que es una alegría luchar por los vecinos... Sabemos que es una alegría asegurar que la vivienda sea un derecho humano. Sabemos que es una alegría luchar para que la atención médica sea un derecho humano. Sabemos que es una alegría querer vivir en un mundo pacífico y equitativo”.
Omar evitó el destino de dos de sus compañeras de equipo. La representante Cori Bush perdió la nominación demócrata en su distrito de Missouri la semana pasada, y el representante Jamaal Bowman de Nueva York perdió sus primarias en junio. Ambos se enfrentaron a rivales bien financiados y millones de dólares en gastos por parte del Proyecto Democracia Unida, un supercomité de acción política afiliado al Comité de Asuntos Públicos de Estados Unidos e Israel, que aparentemente no participó en la carrera de Minnesota.
Samuels había criticado la condena de Omar a la gestión del gobierno israelí de la guerra entre Israel y Hamás. Si bien Omar también ha criticado a Hamás por atacar a Israel y tomar rehenes, Samuels dijo que su postura es unilateral y divisiva. También hizo hincapié en los problemas de seguridad pública en Minneapolis, donde un ex oficial de policía asesinó a George Floyd en 2020.
Samuels dijo que estaba “muy decepcionado” por su pérdida.
“Lo que esperaba es que una fuerte presencia en el terreno y una atención a los detalles de las personas que se sentían excluidas triunfaran sobre una abrumadora superioridad en términos de dólares”, dijo en una entrevista. “Es evidente que el dinero importa un poco más en política de lo que esperaba”.
Omar informó haber recaudado alrededor de 6,2 millones de dólares y Samuels, alrededor de 1,4 millones.
Omar se enfrentará a la republicana Dalia Al-Aqidi, una periodista iraquí-estadounidense y autodenominada musulmana secular que llama a Omar pro-Hamas.
Mientras tanto, el populista conservador y ex jugador de la NBA Royce White derrotó al veterano de la Marina Joe Fraser en las elecciones primarias de Minnesota para la nominación republicana para desafiar a la senadora demócrata estadounidense Amy Klobuchar en noviembre.
Y el ex fiscal federal Joe Teirab, apoyado por el ex presidente Donald Trump, el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson y el Comité Nacional Republicano del Congreso, ganó una primaria republicana disputada para el escaño del segundo distrito de Minnesota en poder de la representante demócrata Angie Craig.
Su oponente, el abogado defensor Tayler Rahm, obtuvo el respaldo en la convención de distrito con el apoyo de los conservadores de base.
Aunque Rahm anunció en julio que suspendía su campaña y en su lugar serviría como asesor principal de la campaña de Trump en Minnesota, permaneció en la boleta.
Teirab se enfrentará a Craig en lo que se espera que sea la carrera por la Cámara de Representantes más competitiva de Minnesota en noviembre.
“Los resultados definitivos de esta noche envían un mensaje claro de que los republicanos están unidos y listos para el cambio”, dijo Teirab en un comunicado. “Estamos listos para apoyar a los candidatos que fortalecerán nuestra economía, asegurarán la frontera y restablecerán la seguridad en nuestras comunidades”.
Craig emitió un comunicado llamándolo "un hombre que recientemente se mudó al distrito porque vio una oportunidad política".
"Es un tipo que ha pasado meses haciendo cualquier cosa para ganarse el apoyo de los republicanos de Washington", dijo Craig. "Y es un tipo que ha hecho de su vida una misión quitarles las libertades reproductivas a las familias y entregar esas decisiones a los políticos".
En la carrera por el Senado de Estados Unidos, White —aliado del ex asesor de Trump encarcelado Steve Bannon y del teórico de la conspiración Alex Jones— sorprendió a muchos observadores políticos cuando derrotó a Fraser en la convención del partido por el apoyo del Partido Republicano.
Los comentarios de White en las redes sociales han sido denunciados como misóginos, homofóbicos, antisemitas y profanos. Sus problemas legales y financieros incluyen la falta de pago de la manutención de sus hijos y gastos de campaña cuestionables, incluidos 1.200 dólares gastados en un club de striptease de Florida después de perder su desafío primario ante Omar en 2022. Sostiene que, como hombre negro, puede ampliar la base del partido apelando a los votantes de color en el área de Minneapolis-St. Paul y a otros desilusionados con la política del establishment.
Tras su victoria, White dijo en una publicación en la plataforma social X: “Adelante, comunistas… La gente está llegando”.
Los líderes demócratas lo denunciaron como un extremista de extrema derecha.
“Mientras que el lenguaje y las políticas de Royce White buscan dividir a los habitantes de Minnesota, la senadora Amy Klobuchar se centra en unir a la gente para lograr resultados, y se la considera constantemente una de las legisladoras más bipartidistas y eficaces del Senado”, dijo Ken Martin, presidente del Partido Demócrata estatal, en un comunicado. “La elección este noviembre no podría ser más clara”.
Fraser dijo anteriormente que el estilo y el mensaje confrontativos de White no atraerán a los moderados e independientes necesarios para un desafío competitivo contra Klobuchar, quien busca un cuarto mandato. Dijo que ofreció un enfoque más convencional, haciendo hincapié en el conservadurismo fiscal, una defensa fuerte, el liderazgo mundial y un gobierno pequeño. Fraser también destacó sus 26 años en la Marina, donde fue oficial de inteligencia y sirvió en un período de combate en Irak.
Ninguno de los dos contaba con los recursos de Klobuchar. White informó por última vez que había recaudado 133.000 dólares, mientras que Fraser recaudó 68.000. Klobuchar, por su parte, ha recaudado unos 19 millones de dólares en este ciclo y tiene más de 6 millones disponibles para gastar en la campaña de las elecciones generales. Enfrentó una oposición primaria nominal.
Otro choque entre el establishment y los republicanos de base se produjo en el séptimo distrito del oeste de Minnesota. La representante republicana Michelle Fischbach , respaldada por Trump y considerada una de las congresistas más conservadoras, derrotó al pequeño empresario Steve Boyd. Boyd corrió hacia su derecha en una plataforma religiosa y le impidió obtener su apoyo en la convención del distrito. Boyd informó haber gastado 170.000 dólares, mientras que Fischbach gastó más de un millón.
Entre las primarias legislativas que se votarán el martes, los demócratas eligieron a la ex senadora estatal Ann Johnson Stewart para enfrentar a la republicana Kathleen Fowke en una carrera de alto riesgo que determinará no solo qué partido controla el Senado estatal, sino si los demócratas mantienen su estrecho control de "trifecta" de ambas cámaras y la oficina del gobernador. Los demócratas usaron ese poder para aprobar una ambiciosa agenda durante los últimos dos años que ayudó a poner al gobernador Tim Walz en el radar de la vicepresidenta Kamala Harris antes de que ella lo eligiera como su compañero de fórmula.
Será el único escaño en el Senado estatal que se votará en noviembre. El escaño en los suburbios occidentales de Minneapolis lo ocupaba la demócrata Kelly Morrison, que se enfrentará al republicano Tad Jude por el escaño del tercer distrito del Congreso de Minnesota.
Esta historia ha sido actualizada para corregir que Angie Craig representa al Segundo Distrito, no al Primer Distrito.
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Por  STEVE KARNOWSKI
(Kerem Yucel/Minnesota Public Radio via AP)
propuestas Trump HarrisEl expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris coinciden al menos en una cosa: ambos dicen que quieren eliminar los impuestos federales sobre las propinas de los trabajadores.
Pero los expertos dicen que hay una razón por la que el Congreso no ha hecho ya un cambio de ese tipo. Sería complicado, por no hablar de enormemente costoso para el gobierno federal, promulgarlo. Animaría a muchos trabajadores mejor pagados a reestructurar su remuneración para clasificar parte de ella como "propinas" y así evitar impuestos. Y, al final, probablemente no ayudaría a millones de trabajadores de bajos ingresos.
"No hay manera de que no sea un desastre", dijo James Hines Jr., profesor de derecho y economía y director de investigación de la Oficina de Investigación de Política Tributaria de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.
Ambos candidatos dieron a conocer sus planes en Nevada, un estado con una de las mayores concentraciones de trabajadores del sector servicios que reciben propinas en el país. Trump anunció una propuesta para excluir las propinas de los impuestos federales el 9 de junio. Harris anunció una propuesta similar el 10 de agosto.
Los detalles han sido escasos. Ninguno de los dos equipos de candidatos ha dicho si eximiría las propinas sólo del impuesto sobre la renta, sólo del impuesto sobre la nómina o de ambos. El impuesto sobre la nómina financia la Seguridad Social y Medicare.
La campaña de Harris ha dicho que trabajaría con el Congreso para redactar una propuesta que incluiría un límite de ingresos y otras disposiciones para evitar abusos por parte de individuos ricos que podrían intentar estructurar su compensación para clasificar ciertos honorarios como propinas.
Su campaña dijo que estos requisitos, que no especificó, tendrían como objetivo “evitar que los administradores de fondos de cobertura y los abogados estructuren sus compensaciones de manera que intenten sacar ventaja de la política”. La campaña de Trump no ha dicho si su propuesta incluiría tales requisitos.
Aun así, Hines sugirió que millones de trabajadores —no sólo los ricos— buscarían modificar su remuneración para incluir propinas, e incluso podrían hacerlo legalmente. Por ejemplo, dijo, una empresa podría crear una entidad separada que recompensaría a sus empleados con propinas en lugar de bonificaciones de fin de año.
“Los contribuyentes presionarán a sus abogados para que traten de caracterizar sus ingresos por sueldos y salarios como propinas”, dijo Hines. “Y algunos tendrán éxito, inevitablemente, porque es imposible redactar reglas infalibles que cubran todas las situaciones”.
Los partidarios republicanos de Trump sostienen que las preocupaciones de Hines son exageradas. Darin Miller, portavoz del senador Ted Cruz de Texas, dijo que el Servicio de Impuestos Internos tiene una definición precisa de propinas y sostuvo que la reclasificación de los salarios se consideraría fraude.
Miller señaló que algunos demócratas se han sumado a la causa de un proyecto de ley que Cruz presentó en junio y que eximiría las propinas del impuesto federal sobre la renta. También se ha presentado en la Cámara un proyecto de ley que exime las propinas del impuesto sobre la nómina y sobre la renta.
Aunque los partidarios dicen que las medidas están diseñadas para ayudar a los trabajadores con salarios bajos, muchos expertos dicen que hacer que las propinas estén libres de impuestos solo brindaría una ayuda limitada a esos trabajadores.
El Budget Lab de Yale, un centro de investigación de políticas no partidista, estima que en 2023 había 4 millones de trabajadores estadounidenses en ocupaciones que recibían propinas. Eso equivalía a alrededor del 2,5% de todos los empleados, incluidos camareros de restaurantes y esteticistas.
Los trabajadores que reciben propinas tienden a ser más jóvenes, con una edad promedio de 31 años, y con ingresos más bajos. El Budget Lab dijo que el salario semanal promedio de los trabajadores que reciben propinas en 2023 fue de $538, en comparación con aproximadamente $1,000 para los trabajadores que no reciben propinas.
Como resultado, muchos trabajadores que reciben propinas ya soportan una carga impositiva menor. En 2022, el 37% de los trabajadores que reciben propinas tenían ingresos tan bajos que no pagaban ningún impuesto federal sobre la renta, según The Budget Lab.
"Si el problema es que le preocupan los contribuyentes de bajos ingresos, hay formas mucho mejores de abordar ese problema, como ampliar el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo o cambiar las tasas impositivas o modificar las deducciones", dijo Hines.
En su discurso en Nevada, Harris también pidió aumentar el salario mínimo federal (la plataforma en el sitio de campaña de Trump no menciona el salario mínimo).
Cambiar la política fiscal federal sobre las propinas también sería costoso. El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un grupo no partidista, estima que eximir todos los ingresos por propinas de los impuestos federales sobre la renta y la nómina reduciría los ingresos entre 150.000 y 250.000 millones de dólares entre 2026 y 2035. Y dijo que esa cantidad podría aumentar significativamente si la política cambiara de comportamiento y más personas declararan los ingresos por propinas.
Ya sea que Trump o Harris ganen las elecciones presidenciales, la política fiscal ocupará un lugar destacado en la agenda del Congreso en 2025, porque los recortes impositivos de la era Trump, aprobados en 2017, están a punto de expirar. Pero Hines dijo que cree que el Congreso no tendrá prisa en agregar “enormes cantidades de complejidad” al código tributario.
“Un candidato presidencial puede decir lo que quiera, pero son la Cámara y el Senado los que tienen que hacerlo”, dijo.
DEE ANN DURBIN
Cubro la industria de alimentos y bebidas.
(AP Foto/Mark Lennihan, Archivo)
Trummp HarrisWASHINGTON (AP) — En su primer discurso como compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz se dirigió a la vicepresidenta Kamala Harris y declaró: “Gracias por devolvernos la alegría”. Al día siguiente, Harris llevó el tema un paso más allá y calificó a la fórmula demócrata de “guerreros alegres”.
Contrastemos eso con el expresidente Donald Trump , quien unos días después abrió una conferencia de prensa en su club Mar-a-Lago en Florida diciendo: “Tenemos muchas cosas malas por venir” y prediciendo que Estados Unidos podría caer en una depresión económica nunca vista desde los días oscuros de 1929 o incluso en otra guerra mundial.
“Creo que nuestro país está, ahora mismo, en la posición más peligrosa en la que ha estado jamás, desde el punto de vista económico y desde el punto de vista de la seguridad”, dijo Trump el jueves.
Los demócratas están haciendo hincapié en su visión más optimista, promoviendo la idea de que los votantes pueden sentirse inspirados para apoyar a alguien y no simplemente emitir su voto en contra del otro bando. La campaña de Trump sostiene que su candidato refleja el ánimo sombrío del país y descarta la idea de que un contraste creciente en el tono y una actitud optimista decidirán la presidencia.
Dos tercios de los estadounidenses dijeron sentirse muy o algo pesimistas sobre el estado de la política, según una encuesta realizada el mes pasado por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research. Aproximadamente siete de cada diez dijeron que las cosas en el país van en la dirección equivocada.
Jason Miller, asesor principal del expresidente, dijo que a la gente no le importan los "controles de vibración".
"Eso no hace que la gasolina, los alimentos o la vivienda sean más baratos", dijo Miller.
El vals promueve la positividad
Aún así, lo mucho que Harris está apostando por el enfoque opuesto es evidente en su decisión de elegir a Walz, cuya historia personal incluye haber estado en el cuerpo técnico de un equipo de fútbol de escuela secundaria que no había ganado apenas unos años antes de ganar un campeonato estatal en 1999.
La incansable positividad del gobernador de Minnesota tiene como objetivo darles a sus seguidores una inyección de nueva energía y mantener el impulso que Harris ha construido después de que el presidente Joe Biden , que enfrenta una creciente presión dentro de su propio partido y opiniones cada vez más pesimistas sobre sus posibilidades en noviembre, se hizo a un lado y respaldó a su vicepresidente.
Walz pasó su primera semana como compañero de fórmula de Harris viajando a estados clave con ella y subrayó este punto durante un mitin en Eau Claire, Wisconsin , celebrando lo que dijo era "la capacidad de hablar sobre lo que puede ser bueno".
“Esta idea de cuidar a nuestro prójimo y de ser amables, y de tender una mano cuando alguien la necesita. Y simplemente la sensación de que la gente pasa por momentos difíciles y de poder estar allí cuando lo necesita, eso es lo que somos”, dijo. “No se trata de burlarse. No se trata de insultar”.
Biden solía terminar sus discursos diciendo que nunca había sido más optimista, pero basó su campaña de reelección, ahora cancelada, en calificar a Trump de amenaza existencial para la democracia . El presidente hizo predicciones nefastas sobre el expresidente, sugiriendo que desmantelaría los principios fundadores de la nación si recuperaba la Casa Blanca.
La campaña de Harris todavía se basa en muchos de los mismos temas: denuncia a Trump como una amenaza a la democracia, advierte que impondrá límites draconianos al aborto y al voto y que seguirá el Proyecto 2025 , un plan defendido por los principales conservadores para rehacer grandes sectores del gobierno federal.
Y a pesar de que Walz insistió en que las sonrisas eran más poderosas que los insultos, él y Harris continuaron con su cuota de denuncias, denunciando la condena de Trump en Nueva York por 34 delitos graves en un caso de dinero para silenciar a sus seguidores y su declaración de responsabilidad por prácticas comerciales fraudulentas y abuso sexual en un tribunal civil.
Aún así, incluso antes de nombrar a Walz como su compañera de fórmula, Harris estaba sugiriendo que podría ayudar a que la política volviera a ser divertida .
“Amamos a nuestro país y creo que la forma más alta de patriotismo es luchar por los ideales de nuestro país”, declaró Harris en los discursos de campaña antes de elegir a Walz. Ahora dice a las multitudes que tanto ella como su compañero de fórmula “creemos en ayudar a la gente, no en derribarla”.
Paula Montagna, quien fue a ver a Harris y Walz en un mitin en las afueras de Detroit la semana pasada, destacó el cambio en el mensaje desde que Harris reemplazó a Biden.
“Kamala es muy positiva y es agradable escuchar cosas positivas en lugar de negativas”, dijo Montagna.
El equipo de Trump dice que su candidato refleja la realidad
Los asesores principales de la campaña de Trump replican que el ánimo del país en este momento es amargo por la economía, el estado de la frontera entre Estados Unidos y México y la agitación en Medio Oriente y más allá. Consideran que su candidato refleja esa realidad en lugar de lo que creen que es una exuberancia temporal que enciende a la base demócrata después de meses de desánimo por su candidatura.
Trump ha intentado aprovechar eso con sus repetidas predicciones de caídas de la bolsa y guerra. Sus apariciones de campaña han incluido una larga lista de otras advertencias que han virado hacia lo apocalíptico, diciendo que si no es elegido, "no vamos a tener más país", que "lo único que se interpone entre ustedes y su aniquilación soy yo", y que bajo una administración Harris, "la seguridad social se doblará y colapsará" y "los suburbios estarán invadidos por crímenes violentos y pandillas extranjeras salvajes".
Durante su discurso en la Convención Nacional Republicana del mes pasado, donde sus asesores dijeron que Trump parecería cambiado y más personal después de sobrevivir a un intento de asesinato , el ex presidente adoptó un tono diferente, al menos para empezar.
Dijo desde el principio que tenía “un mensaje de confianza, fortaleza y esperanza” y que buscaba “lanzar una nueva era de seguridad, prosperidad y libertad para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos”.
Pero al final, Trump volvió a hacer predicciones catastróficas y advirtió dos veces: “Van a suceder cosas malas”.
El senador de Ohio JD Vance , compañero de fórmula de Trump, ha marcado un marcado contraste con Walz. Vance ha sido aplaudido por la derecha por ser un luchador agresivo en favor del expresidente, en particular cuando interactúa con los periodistas.
“En este momento, estoy furioso por lo que Kamala Harris le ha hecho a este país y a la frontera sur de Estados Unidos”, dijo Vance en un acto de campaña en Michigan. “Y creo que la mayoría de la gente de nuestro país puede ser despreocupada a veces, puede disfrutar de las cosas a veces, y puede ver las noticias y reconocer que lo que está sucediendo en este país es una vergüenza”.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell , que no es conocido por su temperamento alegre, ofreció una evaluación similar el viernes en una conferencia conservadora en Atlanta organizada por el presentador de radio Erick Erickson.
“El país obviamente está de mal humor”, dijo McConnell.
Los partidarios de Trump que esperaban verlo en un mitin en Bozeman, Montana , dijeron que sentían que la campaña del expresidente los hacía sentir positivos, incluso si su mensaje a menudo no lo es.
“Si solo vemos el estado actual del país, no creo que la campaña de Kamala Harris sea una campaña de alegría y esperanza. Creo que esa es la campaña de Trump”, dijo Alex Lustig, un joven de 23 años de Billings, Montana.
Fred Scarlett, un jubilado de 63 años de Condon, Montana, dijo que “todos entienden que debemos estar aquí para apoyar a Trump porque nunca nos ha defraudado”.
“Le disparan”, dijo Scarlett, “y él sigue disparando”.
Price informó desde Palm Beach, Florida. Los periodistas de Associated Press Bill Barrow en Atlanta, Matthew Brown en Bozeman, Montana, Joey Cappelletti en Detroit, Haven Daley en Glendale, Arizona, Linley Sanders en Washington y Mark Vancleave en Eau Claire, Wisconsin, contribuyeron a este despacho.
Será voluntad de Weissert
Will es un reportero político nacional radicado en Washington.
(Foto AP)
Por  WILL WEISSERT y MICHELLE L. PRICE
Robo TrumpVirginia, EE.UU. (AP) — Durante el fin de semana se reportó un robo en una oficina de campaña del expresidente Donald Trump en Virginia, y las autoridades están investigando si se robó algo.
Ocurrió el domingo en una oficina en Ashburn alquilada por la campaña Trump for President 2024 que también sirve como sede del Comité Republicano del Distrito 10 de Virginia, según un comunicado de prensa de la Oficina del Sheriff del Condado de Loudoun del Norte de Virginia.
La oficina del alguacil fue contactada alrededor de las 9 p. m. del domingo. La oficina dijo que tiene un video de vigilancia que muestra a alguien que usa ropa oscura, una gorra oscura y lleva una mochila. La investigación continúa.
“Es raro que se allane la oficina de una campaña o partido político”, dijo el sheriff Mike Chapman en un comunicado. “Estamos decididos a identificar al sospechoso, investigar por qué sucedió y determinar qué pudo haberse llevado, así como qué pudo haber quedado atrás”.
La campaña de Trump y el Comité Republicano del Décimo Distrito no respondieron de inmediato a los correos electrónicos solicitando comentarios.
(Foto AP/Rick Bowmer)
Bidenn HarrisWASHINGTON (AP) — La vicepresidenta Kamala Harris se ha burlado en repetidas ocasiones de la aparente renuencia de su oponente a debatir, diciéndole a una serie de audiencias ruidosas sobre las críticas de Donald Trump hacia ella: "Como dice el dicho, si tienes algo que decir, dímelo a la cara".
Después de dar marcha atrás en un primer momento en un acuerdo, Trump dio marcha atrás y dijo que se reuniría con Harris el 10 de septiembre en un evento organizado por ABC. Eso prepara el esperado enfrentamiento entre los candidatos demócrata y republicano y, de hecho, la oportunidad para que ambos se ataquen directamente.
Compartir escenario con Trump representa una oportunidad crucial para que Harris se defina a sí misma y a su oponente en una campaña truncada, con muchas preguntas abiertas sobre sus posiciones políticas. Pero también plantea una prueba importante, una en la que el presidente Joe Biden fracasó lo suficiente como para poner fin a su campaña y dejarle paso a ella .
Harris, ex fiscal de distrito de San Francisco y fiscal general de California, ha presentado durante mucho tiempo su destreza en los debates como una de sus virtudes, y su agudo cuestionamiento a los oponentes ha producido muchos momentos destacados en su carrera, pero también ha tenido tensos intercambios que no han tenido demasiado éxito.
“Sin duda, ha tenido un buen desempeño en las últimas semanas y eso se traducirá naturalmente en expectativas en el escenario de debates”, dijo Aaron Kall, director del programa de debates de la Universidad de Michigan. “Parte del problema es que el presidente Biden tuvo un desempeño tan malo en el primero que no hay forma de que pudiera hacerlo peor, por lo que esa comparación no va a ayudar. Pero su historial de debates es heterogéneo”.
Trump también enfrenta grandes expectativas. Y la desastrosa actuación de Biden ayudó a ocultar que el expresidente dijo muchas falsedades —desde mentiras sobre los disturbios del 6 de enero hasta afirmaciones engañosas sobre el aborto y la inmigración— que no fueron controladas durante el debate.
Dos momentos de las primarias demócratas ofrecen una idea de cómo Harris debate
Tal vez el punto culminante de la breve campaña presidencial de Harris en 2020 fue una andanada contra el entonces candidato Biden , quien de todos modos la nombró compañera de fórmula. Aprovechó la oposición de Biden a los autobuses para integrar las escuelas públicas en los años 70 al describir a una niña que se subió a esos autobuses antes de decir: “Esa niña era yo”.
Fue memorable, pero también planeado. La campaña de Harris luego publicó la misma frase en las redes sociales sobre una foto de su candidata como una niña en edad escolar con coletas.
Pero uno de los momentos más bajos de la campaña de Harris se produjo en un debate posterior. Otra rival, la ex representante Tulsi Gabbard de Hawai, lanzó un largo ataque contra el historial de Harris como fiscal.
Gabbard dijo que Harris “envió a más de 1.500 personas a la cárcel por violaciones a las leyes sobre marihuana y luego se rió de ello cuando le preguntaron si alguna vez había fumado marihuana”. Ante el rugido de la audiencia, Gabbard acusó además a Harris de haber “bloqueado pruebas que habrían liberado a un hombre inocente del corredor de la muerte hasta que los tribunales la obligaron a hacerlo”.
Gabbard recuerda ahora que se sintió molesta porque el historial de Harris no había sido analizado con más atención durante las primarias. Dijo que descubrió los problemas que planteó no con una investigación de la oposición, sino usando Google.
“Me sorprendió lo poco preparada que estaba para responder a esas preguntas. Ya sabes, imagino que uno se prepara antes de entrar en un debate”, dijo Gabbard en una entrevista. “Y también que no hizo ningún intento de negarlas o justificarlas francamente”.
Gabbard agregó: “En última instancia, esto es una falta de respeto hacia los votantes si ella no responde o aborda preguntas sobre un historial del que dice estar orgullosa”.
En su respuesta en el escenario del debate, Harris intentó desestimar a Gabbard, diciendo: “Estoy orgullosa de haber tomado la decisión de no solo dar discursos elegantes, o estar en un cuerpo legislativo y dar discursos en el pleno, sino realmente hacer el trabajo”.
Después del debate, Harris se volvió aún más personal y se definió como una “candidata de primer nivel”, al tiempo que sugería que Gabbard estaba en las encuestas con “0 o 1% o lo que sea que esté en ese nivel”. En un debate posterior, Harris contraatacó y dijo que Gabbard había pasado años “a tiempo completo en Fox News criticando al presidente Obama”.
Irónicamente, Gabbard, quien se desempeñó como colaborador de Fox News, permaneció en la carrera presidencial mucho después de que Harris la abandonara.
Harris puede mostrarse desafiante en momentos de confrontación
A veces mostrar un toque de desafío puede funcionar.
Harris se ganó por primera vez una reputación nacional por ser especialmente ágil verbalmente al hacer preguntas. al candidato de Trump para fiscal general, William Barr, y a su elegido para la Corte Suprema, Brett Kavanaugh.
Después de que Kavanaugh eludiera repetidamente las preguntas sobre el aborto, Harris exigió saber si podía pensar en “alguna ley que le dé al gobierno el poder de tomar decisiones sobre el cuerpo masculino”, lo que obligó a Kavanaugh a admitir: “No estoy pensando en ninguna en este momento”.
Kall, de la Universidad de Michigan, dijo que la actuación de Harris en el debate de 2020 contra el vicepresidente republicano Mike Pence también fue bien recibida. Su frase más memorable fue probablemente la de reprender las interrupciones de Pence respondiendo: “Señor vicepresidente, estoy hablando”.
Harris volvió a utilizar esa frase cuando los manifestantes que denunciaban el apoyo de la administración Biden a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza interrumpieron a Harris en un mitin la semana pasada cerca del aeropuerto de Detroit . La vicepresidenta se mostró complaciente al principio y dijo: “Estoy aquí porque creo en la democracia y la voz de todos importa”.
Pero luego continuó: “Estoy hablando ahora”, lo que provocó un aplauso prolongado de los asistentes al mitin antes de agregar: “Si quieren que Donald Trump gane, díganlo. De lo contrario, hablaré yo”.
“Abandon Biden”, un grupo progresista que se ha opuesto a la ahora desaparecida candidatura a la reelección del presidente debido a su política hacia Israel, se enfureció por el “desdén de Harris hacia los ciudadanos de este país que están pidiendo el fin de un genocidio”.
Cullen Tiernan, que fue portavoz de la campaña de Gabbard en 2020, pasó horas preparándose para el debate con la entonces congresista antes del intercambio en el escenario con Harris. Interpretó a uno de sus otros rivales en las primarias, Tim Ryan , y se rió de que “las élites costeras están empezando a ser un gran problema para mí”, aferrándose a una de las frases de Ryan.
Tiernan, que ahora es un activista político radicado en New Hampshire, dijo que vio paralelismos entre la reacción de Harris en el debate a las críticas de Gabbard y la interrupción en Michigan, pero no en el buen sentido.
“Como persona progresista, busco cambios, empatía y comprensión de lo que está sucediendo”, afirmó. “No engaños ni sensación de que la realidad de la que se habla nunca existió”.
Gabbard dijo que esperaba que un debate entre Trump y Harris mostrara a los votantes las enormes diferencias entre los candidatos.
“Desafortunadamente, dada la historia de muchas elecciones presidenciales, el teatro político es la norma”, dijo. “Pero ese debate sustantivo es realmente lo que necesitamos y lo que merecemos en este momento”.
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Will es un reportero político nacional radicado en Washington.
(Foto AP/Paul Sancaya, Archivo)

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